Duración
7 días
desde
2447€
Tokio, Kioto, Osaka, Okayama e Hiroshima, cinco ciudades imperdibles de Japón que puedes conocer en tan solo siete maravillosos días. ¡No te lo pierdas! He aquí un pequeñito abreboca de lo que te espera en este insuperable viaje por Japón, el país donde conviven armoniosamente la modernidad y la tradición, en un ambiente de respeto, amabilidad y cortesía: En primer lugar, la increíble Tokio y su irrefutable avance tecnológico, sus increíbles rascacielos, su deliciosa comida y su gentileza; Kioto, antigua, conservadora y paisajísticamente hermosa; Osaka, cosmopolita, moderna, divertida y con una oferta gastronómica envidiable. Okayama, con sus majestuosos jardines y su impecable castillo, y finalmente, Hiroshima, una ciudad resiliente que ha sabido superar las heridas del primer ataque nuclear de la historia humana y que hoy luce reconstruida, cautivadora y llena cultura. ¡Te esperamos!
Arribo al aeropuerto Internacional de Tokio la capital japonesa, donde te esperará uno de nuestros asistentes de habla española, u ocasionalmente de habla inglesa, para darte la bienvenida y acompañarte no solo durante los trámites de aduana, sino muy especialmente, para indicarte cuál transporte colectivo (Shutle Bus) deberás tomar para trasladarte al hotel que hayas seleccionado. Al atardecer, cerca de las 18:30 hrs, procura acercarte a la recepción del hotel, donde te estarán esperando tanto el guía como tus compañeros de viaje, para emprender una primera visita de esta ciudad, en metro y en la noche. (billetes incluidos); bajaremos en la estación de Shinjuku-Eki, y nos encontraremos en una enorme zona donde imperan exuberantes rascacielos, opulentas tiendas, y animadísimos cafés, bares y restaurantes colmados de personas deseando divertirse. Al cabo de un rato, entraremos a uno de los restaurantes, donde disfrutaremos de nuestra cena de bienvenida (incluida); al salir, disfrutaremos un poco más del maravilloso espectáculo que ofrecen las luces de neón que iluminan las fachadas de los locales diseminados por todo el barrio Shinjuku. Más tarde, tomaremos nuevamente el metro, para regresar al hotel a descansar. Kangei shite kurete arigatō, Tōkyō! ¡Gracias por la bienvenida, Tokio!
Amanecerás en Tokio, dispuesto a tomar tu primer desayuno nipón y listo para emprender la larga visita panorámica incluida en este itinerario. Admiraremos el frenético andar de sus habitantes y sus ultramodernos urbanismos conviviendo con espacios zen dedicados a promover el bienestar, la calma y la paz. El paseo nos llevará Templo de Zojoji, que visitaremos por muy corto tiempo, pero que nos permitirá obtener increíbles visuales de la icónica Torre de Tokio, un erguido monumento levantado en acero que exhibe una magnífica combinación de blanco y naranja intensa. También nos entretendremos observando una enorme cantidad de Jijoz, esas pequeñas deidades budistas talladas en piedra, protectoras de niños y visitantes, a los que se atavían con gorritos y baberos tejidos con lana. Continuando nuestro periplo, llegaremos al Cruce de Shibuya, para ver una situación bastante original: el tráfico vehicular se detiene para permitir que un ingente número de personas crucen la vía. De allí, continuaremos rumbo al Templo de Meiji, cuyo objeto es rendir homenaje a los espíritus del soberano Meiji y su preciada esposa; luego tomaremos el bus hacia la fabulosa calle de Omotesando con el propósito de admirar las fachadas más interesantes del Palacio Imperial, sus elevados muros y sus increíbles jardines japoneses. Continuaremos hasta detenernos en el emblemático Puente de Nijubashi, y de allí recorrer el barrio de Akihabara, conocido como el centro del Manga y anime japonés. Finalizaremos la travesía en Asakusa conociendo el templo Sensoji y la reconocida calle Nakamise. Almorzaremos en un restaurante local (incluido) y regresaremos al hotel. Tarde libre.
Durante este tercer día de viaje, iremos a Kioto y para ello, a primera hora de la mañana tomaremos el Tren Bala que, en unas dos horas y media, recorrerá los 500 Km que hay entre las dos ciudades. Una vez en Kioto dedicaremos el día para conocer esta antigua y tradicional ciudad que una vez fue, por poco más de un milenio, la capital del archipiélago de Japón y asiento de la corte Imperial. Actualmente, por ser la única gran ciudad japonesa que no sufrió los bombardeos de la Segunda Guerra mundial, Kioto mantiene intacto su abundante patrimonio cultural, cuyas expresiones más importantes conoceremos durante la visita panorámica. Comenzaremos nuestro recorrido por Arashiyama, un distrito tradicional japonés en el que admiraremos el bosque de bambú de Sagano y su bien llamado “Puente que cruza la luna”, o Togetsukyo, un puente de madera construido en el siglo VIII sobre el río Hozu que exhibe durante la primavera inmejorables vistas de los cerezos en flor; en otoño, el maravilloso espectáculo de las rojizas hojas al caer, y en invierno, una blanquísima alfombra de nieve. Atravesando esta magnífica estructura llegaremos a Tenryu-ji, bordeado de preciosos jardines zen. Para finalizar nuestro recorrido, nos acercaremos a tres espléndidos monumentos: el santuario sintoísta de Fushimi Inari, dedicado al espíritu de Inari, la diosa de la fertilidad; también el Palacio Imperial y el templo de Kinkakuji o el Pabellón de oro, llamado así porque su fachada exterior está cubierta con una lámina muy fina de oro batido, llamada “pan de oro”.
Nota: Concluiremos este magnífico periplo pasando por GION, un típico y popular barrio kiotense, morada de Geishas y Maikos y también de muchos restaurantes de comida kaiseki, considerada como la más refinada de todo Japón. Luego, tiempo libre.
Luego de un nutritivo desayuno nos enrumbaremos hacia Nara, una ciudad muy conocida por su maravilloso templo budista Todaiji, construido totalmente en madera durante el año 752 y en el que mora una enorme estatua de Buda, tallada en bronce. En el parque que bordea el templo tendrás la oportunidad de admirar numerosos cervatillos que se te acercarán en busca de caricias y alimentos. Todo un espectáculo natural y espiritual que te llenará de paz. Cuando sea la hora del almuerzo, nos acercaremos a un restaurante local a disfrutar de una comida típica japonesa (incluida); Posteriormente, nos acercaremos al templo budista de Horyuji, un complejo monumental que reúne varias edificaciones religiosas entre las que resalta una pagoda, expresión de la espiritualidad del mundo japonés, construida en madera con una altura de cinco pisos. Horyuji es uno de los siete templos que marcaron el inicio del budismo en Japón. A continuación, seguiremos hasta Osaka, con arribo al comienzo de la tarde; esta es una ciudad que nos sorprenderá por su modernismo, su alta concentración de habitantes, su gran capacidad para ofrecer diversión y por su gran abanico gastronómico que la ha hecho merecedora del lema: Kuidaore! que significa “comer hasta reventar”, así que si eres un glotón empedernido, no dudes en degustar esos magníficos platos. Visitaremos también, el conocido barrio Dotonbori, muy célebre por los neones de sus establecimientos comerciales y por la exclusividad de sus tiendas, y locales para la diversión.
Para este quinto día hemos planificado desplazarnos hacia la ciudad de Himeji, muy conocida por su espléndido y enorme Castillo de Himeji al que visitaremos (entrada incluida), por ser considerado todo un tesoro de la arquitectura y del paisajismo japonés del siglo XIV. En efecto, el jardín que lo acompaña está dividido en nueve diferentes jardines amurallados, de diferentes períodos de la época Edo. A la hora del almuerzo seguiremos degustando deliciosos platos de la gastronomía japonesa (incluido). A continuación, viajaremos a “la ciudad del sol”, Okayama, donde conoceremos el Korakuen, uno de los jardines más preciosos de Japón, colmado de estanques, plantaciones de té, un aviario, arbustos de bambú y casas de té; también pequeños y aromáticos recodos multicolores provenientes de los ciruelos en flor o de los lirios japoneses blancos morado. Desde ese jardín obtendremos maravillosas visuales del castillo de Okayama. Prosiguiendo nuestra ruta, nos acercaremos al santuario sintoísta de Kibitsu-Jinja, construido para venerar al Dios Kibitsuhiko-no-Mikoto, y origen de un cuento muy tradicional japonés, como lo es la leyenda de Momotaro, que narra la historia de un niño que es encontrado flotando en el agua dentro de un melocotón gigante, por unos ancianos que no habiendo tenido hijos, lo rescatan y lo llevan a su casa para cuidarlo y protegerlo. El niño es alimentado con arroz y onigris, y crece sano, y muy amado por su pueblo. En esta ciudad reconocida además, por sus mikan (mandarinas), dispondremos de tiempo suficiente para pasear y también para alojarnos.
Después del desayuno, partiremos camino a Kurashiki, una ciudad preciosa ubicada en la región de Chugoku, con un conservado centro histórico llamado Bikan, que exhibe las estructuras de varias construcciones levantadas en la época Edo y un magnífico museo de arte, el Museo Ohara, que expone colecciones de artistas franceses de los siglos contemporáneos y de pintores japoneses. En esta bella ciudad tendremos tiempo para admirar los vestigios de un pasado colmado de historia y cultura. A continuación, nos acercaremos a la famosa Hiroshima, esa ciudad destruida durante la Segunda Guerra Mundial, por el primer ataque atómico sobre la humanidad, y que acabó con la que, hasta agosto del año 1945, fue una pujante urbe. Allí visitaremos el museo temático, Memorial de la Paz, levantado en la sede del centro financiero, político y social de la ciudad. También observaremos la cúpula de la bomba, es decir, estructura de lo que fue la cúpula de uno de los edificios más importantes de la ciudad, y recorreremos el impresionante Museo de la Paz. Más tarde, dejaremos atrás el amargo recuerdo que nos dejó la guerra y nos embarcaremos en un ferry, en busca de sosiego y alivio a la desesperanza, para trasladarnos hacia el lugar de la convivencia entre “hombres y Dioses”, la isla de Miyahima; allí apreciaremos el santuario de Itsukushima, erigido de forma parcial sobre el mar y dedicado a Suijin, la deidad guardiana de los mares. Allí, en ese pozo de paz visitaremos su templo, su centro histórico y almorzaremos. Al atardecer, de regreso al hotel en Hiroshima, cenaremos (cena incluida) y descansaremos.
Nota: Puede ocurrir que en Hiroshima se produzcan cambios en el orden de las vistas, pero ello no significa que visitemos lugares diferentes a los ofrecidos.
Amanecerás en la resiliente Hiroshima, donde tomarás el último desayuno nipón; luego, serás trasladado a la estación para que tomes el TREN BALA con destino a TOKIO. La llegada a Tokiola capital está pautada para las 14:00 hrs, luego de haber cubierto los 800 K,. que unen a las dos ciudades.
En ese momento habremos llegado al final de nuestro viaje. Por favor confirma la hora de salida de tu vuelo, por si llegaras a necesitar un día adicional. Recuerda también que el traslado al aeropuerto no está incluido. Pero no te preocupes, nuestro guía estará presto a ayudarte para que escojas el transporte público que cubra mejor tus expectativas de arribar a tiempo al aeropuerto.
Hasta pronto Japón, jamás olvidaremos tu belleza paisajística, tus encantadoras tradiciones, tu caligrafía, tu espiritualidad manifestada en tantos y tantos santuarios y templos, tus jardines zen, tu modernidad, tu tecnología, pero muy especialmente, a los japoneses, con su don de gentes, su tesón y s su gran amabilidad. Hontoni arigatō nihon! ¡Mil gracias Japón!
Nota: Si adquiriste noches adicionales en Tokio, debes recordar que el traslado del desde la estación al hotel no está incluido.
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