VIAJE A PEKIN SHANGHAI Y HANGZHOU

En el primer día, una vez lleguemos a Beijing, la capital de la República Popular China, nuestros guías estarán esperando para trasladarnos al hotel. Una vez allí, se nos explicarán algunas cuestiones básicas para que nos desenvolvamos bien por la ciudad. Tras esto, dispondremos de la tarde libre para que empecemos a descubrir la ciudad y nos aclimatemos a ella por nuestro propio pie.  En el caso de no saber qué visitar, nuestros guías estarán encantados de hacernos algunas recomendaciones sobre qué hacer y qué ver.

Tras desayunar en el hotel de Beijing, podremos iniciar algunas visitas de interés para disfrutar de la ciudad. Entre ellas, encontramos las visitas al Palacio Imperial, también llamado La Ciudad Prohibida, la Plaza de Tiananmén, y el Palacio de Verano. Después de almorzar en algún restaurante local, tendremos la tarde libre para poder seguir disfrutando de la ciudad. En el caso de que no sepamos a dónde dirigirnos o qué actividades realizar, nuestros guías estarán encantados de aconsejarnos. Por la noche, después de cenar, realizaremos una salida para disfrutar de un espectáculo de acrobacia, en el que podremos apreciar algunos de los mejores ejemplos de varios tipos de arte como el funambulismo.

Después de desayunar en el hotel, llevaremos a cabo la visita a la Gran Muralla China, una de las obras arquitectónicas más conocidas del mundo y que cuenta con más de dos mil años de historia a sus espaldas. Sin duda, la visita más turística del país. Tras haber comido en algún restaurante típicamente chino, nos dirigiremos al Nido de Pájaro y al Cubo del Agua.  Estos dos lugares, pese a su extraño nombre, en realidad no son más que el Estado Nacional y el Centro Nacional de Natación.  Terminaremos la visita disfrutando de un paseo por el Mercado de la Seda, que es muy conocido a nivel mundial por ser un mercado altamente especializado en copias y falsificaciones. Aquí podrá realizar algunas compras de souvenirs, si lo estima oportuno. Por último, cuando llegue la noche, buscaremos algún restaurante local en el que sirvan el típico Pato Laqueado de Beijing, uno de los platos más conocidos de la gastronomía china… ¡Y también uno de los más ricos!

Después de desayunar en el hotel de Beijing, nos trasladaremos hacia el Templo del Cielo, un espectacular templo que data del siglo XV y cuenta con más de 250 hectáreas de superficie. Se trata del templo donde los emperadores solían rezar para obtener buenas cosechas. Tras comer en algún restaurante local, nos trasladaremos hacia el aeropuerto, donde tomaremos el vuelo en dirección a Xi’an, una ciudad con más de 3000 años de existencia y que en el pasado fue capital de China. Además, esta ciudad es la única amurallada de toda China y era el punto de partida de la famosa Ruta de la Seda.  Cuando lleguemos, nos trasladaremos al hotel y, en el caso de llegar relativamente pronto, dispondremos de algo de tiempo libre para que aclimatarnos a la ciudad.

Tras haber desayunado en el hotel de Xi’an, nos dirigiremos al Museo de Guerreros y Corceles de Terracota, un famoso museo que alberga más de 6000 figuras de terracota de tamaño natural, las cuales representan un completo ejército de corceles, guerreros y carros de guerra que protegen la Tumba del Emperador Qin. Después de almorzar en algún restaurante local, realizaremos una visita a la Pequeña Pagoda de la Oca Silvestre, para observar sus magníficos exteriores. Esta pagoda se encontró dentro del Templo Jianfu, a un kilómetro al sur de la zona urbana de Xi’an. No podremos subir a lo alto de la misma, pero desde lejos podremos disfrutar de su maravillosa vista. Por último, terminaremos el recorrido por Xi’an visitando la Gran Mezquita del Barrio Musulmán, una de las pocas mezquitas que hay en China, ya que el Islam en este país es una religión bastante minoritaria. No obstante, la mezcla que se genera en este lugar, es realmente interesante, por el cruce de culturas que implica.

Tras desayunar en el hotel de Xi’an, nos trasladaremos hasta el aeropuerto, donde podremos tomar un avión hacia Guilin. El almuerzo en este día no está incluido. Cuando lleguemos al aeropuerto de Guilin, nos dirigiremos al hotel. Puesto que, previsiblemente, llegaremos relativamente pronto al hotel, dispondremos de algo de tiempo libre para invertir en conocer la ciudad y aclimatarnos a ella. En caso de no saber qué hacer o qué visitar, nuestros guías estarán encantados de asesorarle y aconsejarle.

Tras desayunar en el hotel de Guilin, nos embarcaremos en un crucero por el Río Li, que cuenta con una gran belleza paisajística, por lo que le recomendamos que lleve su cámara de fotos bien cargada y no se olvide de fotografiar ninguna de sus colinas verticales. Almorzaremos a bordo del barco y, tras esta comida, por la tarde, visitaremos la Gruta de las Flautas de Caña, un lugar sorprendente y mágico que enamorará tanto a los grandes como a los pequeños de la familia.

Tras desayunar en el hotel de Guilin, nos trasladaremos hasta el aeropuerto, donde tomaremos el vuelo en dirección a Hangzhou. El almuerzo, en este día, no está incluido, por lo que tendremos que buscar algún restaurante después de trasladarnos al hotel. Del mismo modo, puesto que llegaremos relativamente pronto a Hangzhou, dispondremos de tiempo libre para empezar a aclimatarnos al lugar antes de la visita guiada del día siguiente. En caso de no saber qué ver o qué hacer, nuestros guías estarán encantados de asesorarnos.

Tras desayunar en el hotel de Hangzhou, realizaremos la visita al Lago del Oeste, al Templo del Alma Escondida, y a la Pagoda de las Seis Armonías. Tras estas visitas, buscaremos algún restaurante local donde podamos tomar un almuerzo. La tarde, nuevamente, la tendremos completamente libre, y podremos preguntar a los guías acerca de qué lugares ver y qué actividades realizar para sacar el máximo partido al tiempo libre en esta magnífica ciudad.

Después de desayunar en el hotel de Hangzhou, nos trasladaremos hasta la estación de tren para tomar un tren de alta velocidad hasta Suzhou. En el caso de que, por cualquier razón, no se pueda hacer el traslado en tren, se hará en autobús. Una vez hayamos llegado a Suzhou, nos dirigiremos al hotel y tomaremos un almuerzo en algún restaurante local, tras lo cual nos dirigiremos al Jardín del Pescador y a la Colina del Tigre, dos visitas de gran belleza que nadie que visite China debería perderse. Tras esto, volveremos al hotel, ya que, previsiblemente, será bastante tarde y no habrá tiempo libre para seguir paseando. No obstante, si el tiempo acompaña y sí es relativamente pronto al acabar, se nos dejará dicho tiempo libre.

Después de desayunar en el hotel de Suzhou, nos dirigiremos a la estación de tren para salir en dirección a Shanghai. Como en el día anterior, si, por cualquier razón, no se pudiera realizar el traslado en tren, se haría en autobús, sin ningún tipo de cambio en los demás aspectos. Una vez lleguemos a Shanghai, seremos trasladados al hotel y almorzaremos en algún restaurante tradicional del lugar. Tras esto, realizaremos las visitas al Jardín Yuyuán, al Barrio Antiguo, al Templo del Buda de Jade y al Malecón de la Ciudad.

Tras desayunar en el hotel de Shanghai, dispondremos del día libre. En el caso de que no sepamos qué hacer, podremos consultar a nuestros guías, que estarán encantados de recomendar algunos lugares de interés que visitar o actividades extra que realizar para sacar el máximo partido a la ciudad.

En el último día, después de haber desayunado en el hotel de Shanghai, se acordará una hora para que los clientes se reúnan con nuestros guías. Hasta ese momento, los clientes podrán dar una última vuelta por la ciudad para despedirse de ella o comprar los últimos souvenirs. A la hora acordada, se reunirán los clientes y los guías y se trasladarán al aeropuerto, momento en el que se darán por concluidos los servicios de la agencia.

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